Se vierte azúcar en un vaso de precipitados (aproximadamente un cuarto de
su capacidad). Se añade ácido sulfúrico hasta formar una pasta espesa. Se
revuelve bien la mezcla y al cabo de un
minuto aproximadamente veremos como la pasta –que poco a poco su color cambia
de blanco a amarillento- se ennegrece y adopta un aspecto esponjoso ascendiendo
por el vaso de precipitados como si fuera un cilindro alargado, como se puede
observar en la imagen
Lo que ha sucedido es una reacción de deshidratación
del azúcar provocada por el ácido sulfúrico. La sacarosa se convierte en un
residuo negro de carbono, mientras que el agua se desprende en forma de vapor
provocando ese ascenso de la masa y esa textura esponjosa.
- GUILLERMO
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